domingo, 21 de octubre de 2007

Hipopótamos en Kansas (featuring Woody Allen)

Es que todo esto es un malentendido. Yo realmente nunca quise hacerlo. Digo, sí. Bueno. Sí, sí, yo sé que haber hecho... ajam, eso, 32 veces es "muchas veces para no querer hacerlo". ¡Pero es que ustedes no entienden el contexto!. Yo nunca quise hacerle eso a esas vacas. Verán, en realidad, lo que yo quería era- No, bueno, sí. Es que no entienden, ¡no entienden!. Yo sólo... ¡Es que no es algo tan grave, caray! Maté unas cuantas vacas y ya. Y no es como que eran personas o algo así. Eran vacas nada más. Además, no era mi intención, en realidad lo que quería- Si, sí estoy consciente de que las vacas no eran mías. ¡Cómo si no supiera que eran de Mr. Lockwood! Pero... es que ustedes no entienden...

Miren, vean, yo lo que hacía era llegar al rancho con mi disfraz de vaca. Me escurría entre la vacas y fingía que era amigo de ellas. ¡Cuantas veces no nos encontrábamos masque que masque hierba codo con codo!. Eventualmente, cuando el baboso de Timmy nos metía al establo, yo comenzaba con mi modelus dandi's... modelus dandi's... ¿así se dice no? ¡ah! modus operandis. ¿Cómo iba a saber yo?, Pero en fin. Agarraba y me quitaba el disfraz, me acercaba a alguna vaca dormida y la comenzaba a asfixiar. Sí, así lo hacía. Pero, ¡vamos! ¡que las vacas no sufrían nada! Estaban dormiditas y ya nomás no, no despertaban. Pero lo que yo quiero que ustedes entiendan es que no era mi culpa... Bueno, sí era mi culpa, pero nunca fue mi intención hacerles daño. Y en realidad no les hacía. Nomás se dormían y ¡caput! quedaban muertas. Pero es que en realidad, lo que yo quería era matar-

¿Que cómo me atraparon? ¿Qué no ya saben? Imagino que ya todos saben. ¡Ah! Para la declaración. Está bien, ta bien. Pues, es un tanto vergonzoso de hecho. Un día me quedé dormido antes de matar a Clara. Clara, la vaca. ¡sí, también tienen nombres!. Ah, si; bueno. Pues me quedé dormido sin querer, y el babosito de Timmy intentó ordeñarme por la mañana. ¡No tienen idea de cómo duele eso! ¡Es una crueldad para los animales!... Ajam, si, ajam... ¡Pero yo no las lastimaba! Nomás se dormían y ya... no les arrancaba la piel con la cosa esa...

Pero... es que ustedes no entienden. Yo nunca quise matar vacas. Mi sueño era distinto, pero me tuve que conformar con lo de las vacas; porque, díganme ustedes, ¿cuándo han visto vagar hipopótamos en Kansas?

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