viernes, 15 de mayo de 2009

Jazmines picositos.

Me senté en tu mesa, en la que solías compartir con tu madre.

Yo hacía lo que hago desde siempre: vagar de mesa en mesa.

Entonces, te digo, dí con la misma mesa que antes rondaba, cigarrillo en boca, para ver si me notabas.

Y me senté en tu lugar, el que siempre ocupaste.

Y no sé cómo, pero de la nada empezó a oler cabronamente a ti.

Así como a jazmines picositos.

No hay comentarios: