sábado, 3 de enero de 2009

Cadáver exquisito que ya sabía algo

El carrete se vaciaba de tinta
y para el miércoles el mar se pone efervescente
de borbotones de tinta roja.

De borbotones de tinta roja
la espuma se pone necia
y la página está encinta
y como yo no estoy para compromisos
hacemos como los marineros.

Porque anclar es perforar
es mejor cortar amarras.

2 comentarios:

Anduin~ dijo...

no se quien eres y no tengo intencion clara de saberlo.
pero me gusto bastante tu escrito.

pasare a leer pronto.

Anónimo dijo...

Órales, no me acordaba de ese.

Pichú, pichú. Ando onomatopeyesca.