viernes, 6 de febrero de 2009

Los pies son un racimo de pasos

Tendría tres o cuatro años. Recuerdo que andaba caminando por mi padre por Plaza Santa Fe (lo recuerdo por el piso, tengo un recuerdo casi fotográfico de ese piso) y yo, dando muestras de una temprana inseguridad, le pregunté a papá si pensaba que yo caminaba bien. Él contestó un sí bastante distraído, pero pasé el resto de mi infancia (y aún hoy lo noto, como cuando camino en el centro hacia los taxis azul y morado) teniendo que dar mis pasos de una forma conscientemente correcta. Aclaro, esto tan sólo sucedía cuando salía; ya en la casa, o cuando ando distraído -cosa recurrente- adquiero esa forma de andar tan peculiar mía, que hace que me comparen con los viejitos. Pero ya a la hora de salir, mi paso se convertía en un miedo al ridículo que me hacía, y me hace, quedar todavía más ridículo. "Beto, ya deja de ver el piso" ha sonado en voces de mi padre, de mi tía Ale, de mi abuela, de Yojana y de mi primo Jorge; siempre tan fijones ellos.

[Acaba de llegar mi madre. Lo sé por los pasos, los tacones. Más por los pasos que por los tacones. Reconozco su ritmo, que es bastante distinto a los desgarbados taconazos de la vecina de arriba.]

Cuando vivíamos en casa de mis abuelos (Hubo un periodo en mi infancia -Es la única temporada a la que puedo definir con total certeza como "infancia"- en que vivimos en casa de mis abuelos en un mismo momento, mi madre, mis dos tíos, los consabidos abuelos, y este servidor) me entretenía en reconocer los pasos de quienes subían las escaleras (no era una tarea muy difícil; a fin de cuentas, sólo somos seis, pero de todas formas me entretenía).

El paso de mi abuelo, por ejemplo; que es, según dicen algunos, muy parecido al mío, suele hacer un "chh-chh... chh-chh... chh...chh" paciente y lerdo que me llena de ternura. No sé por qué, pero ese sonido siempre me hace imaginar que mi abuelo duda entre avanzar, o en detenerse para quedarse viendo algo, lo que sea. En cambio, el paso de mi abuela es más severo y directo. Es un paso sencillo y bronco que sólo le sirve para llevarla del punto a al punto b. El paso de mi tío Mau no comparte nada de los pasos anteriores. Él tiene un paso exacto y mesurado; siempre deja que el talón se vaya apoyando suavemente, para así irle danto apoyo a una planta que se dejará ir cayendo suavemente hasta dar con un contacto ortopédicamente perfecto con las baldosas. Después de la tan fina zancada, le sigue otra, y otra, y otra, y otra (es bien sabido que esta es una práctica común a la hora de caminar) con un dinamismo que viene a ser intrínseco y metódico. Al contrario suyo, mi tío Mario tiene un andar nervioso y desesperante; suele ir intercambiando zancaditas y zancadotas al azar, dejándome siempre indispuesto porque desconozco si le falta mucho o poco para llegar a donde quiera que me haya ocultado.

El paso de mi padre también es mesurado. Por lo menos cuando anda afuera, o en el trabajo. Ya cuando llega a casa (su casa) su paso se vuelve pesado y audiblemente cansado. Curiosamente, ese paso para mí se ha vuelto en algo así como un bálsamo; porque después de pasar todo el día aguantando a mis hermanos, no hay mayor alivio que el peso de sus pasos antes de que se asome a la puerta de mi cuarto.

Perdón por esta cosa repleta de sonidos y percusiones, pero es que todo este recuento de las huellas familiares se debe a una sola pregunta que me hice hace rato: ¿Me acostumbraré algún día al sonido de sus pasos? Toco madera -sin patas, por las dudas- porque la respuesta sea "sí".

4 comentarios:

Gabrielle Q. dijo...

No lo había pensado hasta ahora que lo leí: tu abuelo y tú tienen cierta similitud en su caminar.

PS-arrastras los pies-tipo al caminar. como si se te pudiera ir el piso. es algo característico en ti.

PSS- por tu bien, espero te llegues a acostumbrar a sus pasos. Para que la puedas recibir a tiempo, para que cambies el canal antes de que entre, simplemente porque los pasos son algo que te gustan.

stella marine dijo...

me gusta entrar a tu blog
siempre tengo una sonrisita cuando leo tus escritos o escucho las canciones/videos que pones :)

La Lluviedad dijo...

"le pregunté a papá si pensaba que yo caminaba bien" -brilliant.

je.

dizque el cha-cha-cha se llama así por el ruido de los pasos.. http://albalux.blogspot.com/2009/02/cha-cha-cha.html
ahí.

lamatce dijo...

¡Me encanta!
Me dá una enorme ternura, esas descripciones de los pasos son absolutamente correctas ¡Yo lo sé!
Es de mis favoritos!