Apago el cigarro que encendí con la mano izquierda mientras mi otra mano queda atada a tu seno después de haber caído del vórtice final del placer que se fue desenvolviendo entre tu último aullido y mis más serios vaivenes y tus uñas rasgando mi espalda y mi cuerpo entrando en el tuyo y tus dientes en mi pecho y mis labios húmedos después de salir de entre tus piernas.
Tu ropa cayó y yo mordí después de lamer/ después de besar/ después de acariciar tu ombligo en el momento en que completamente vestidos caemos en la cama sin escuchar los gritos de disgusto del vecino cuando lo atropellamos en nuestra carrera por las escaleras a la hora de volver del café donde presumíamos a tu amiga Lorena el que somos capaces de hacer el amor al derecho y al revés, e inclusive de reversa.
1 comentario:
me gusta,
como también me gusta el otro par de versiones que hay.
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