Yo, que siempre dudo de las verdades,
y no me conformo con las respuestas,
que no me fío de muestras de pureza
y que no firmo cartas a deidades;
ese que soy, hoy tiene una certeza:
Aunque desconfío de lo azul del azul,
y hasta de larga vida me recelo,
no es cábula decir que tengo miedo
de encontrarme un día con que seas tú
la gracia que no quiere darme el cielo.
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